Es la baba.
Su baba.
La efervescente baba.
La baba hedionda,
cáustica;
la negra baba rancia
que babea esta especie babosa de alimañas
por sus rumiantes labios carcomidos,
por sus pupilas de ostra putrefacta,
por sus turbias vejigas empedradas de cálculos,
por sus viejos ombligos de regatón gastado,
por sus jorobas llenas de intereses compuestos,
de acciones usurarias;
la pestilente baba,
la baba doctorada,
que avergüenza la felpa de las bancas con dieta
y otras muelles poltronas no menos escupidas.
La baba tartamuda,
adhesiva,
viscosa,
que impregna las paredes tapizadas de corcho
y contempla el desastre a través del bolsillo.
La baba disolvente.
La agria baba oxidada.
La baba.
¡Sí! Es su baba...
lo que pervierte el aire,
el papel,
los metales;
lo que infecta el cansancio,
los ojos,
la inocencia,
con sus vermes de asco,
con sus virus de hastío,
de idiotez,
de ceguera,
de mezquindad,
de muerte.
Situado en Destruction Bay, Provincia del Yukon, Canadá. Número variable de habitaciones disponibles. Contactar al Concierge o al Huésped S.
8.23.2007
Oliverio Girondo: "ES LA BABA"
ES LA BABA
8.22.2007
8.08.2007
sangrienta esperanza
El sentido del cristianismo aparece en el desarrollo de las consecuencias en verdad delirantes del gasto de clases, o lo que es lo mismo en una orgía agonista mental practicada a expensas de la lucha real.
Sin embargo, por mucha importancia que haya adquirido en la actividad humana, la humillación cristiana sólo es un episodio en la lucha histórica de los innobles contra los nobles, de los impuros contra los puros. Es como si la sociedad, consciente de su intolerable desgarramiento, se sumiera durante un tiempo en una embriaguez total, a fin de gozarla sádicamente: la embriaguez más completa no ha agotado las consecuencias de la miseria humana y, como las clases explotadas se oponen a las clases superiores con una lucidez creciente, no se puede asignar ningún límite concebible al odio. Unica en la agitación histórica, la palabra Revolución domina la confusión habitual y lleva consigo unas promesas que responden a las exigencias ilimitadas de las masas: una simple ley de reciprocidad exige la esperanza de ver abocados al miedo a los amos, a los explotadores cuya función es crear unas formas despreciables que excluyen la naturaleza humana - tal como esta naturaleza existe en el límite de la tierra, es decir, como barro-, en la gran noche en que sus bellas frases serán ahogadas por los gritos homicidas, de las masas amotinadas. Ahí reside la sangrienta esperanza que se confunde cotidianamente con la existencia popular y que resume el contenido insubordinado de la lucha de clases.
—Georges Bataille
¿ME PREGUNTASTE...?
Nota para el HUESPED S
"Hacia finales de febrero Kafka recibe una carta de Felice, que le asusta. La carta suena como si Kafka nunca hubiera dicho nada contra sí, como si Felice no hubiera oído nada, ni creído nada, ni comprendido nada. Kafka no contesta de inmediato la pregunta que ella le hace, pero en cambio escribiría más tarde con desacostumbrada crudeza: 'hace algún tiempo me preguntaste [...] por mis planes y perspectivas. Me quedé asombrado por la pregunta [...] No tengo naturalmente ningún plan ni perspectiva; no puedo ir hacia el futuro; puedo, sí, arrojarme al futuro, rodar hacia el futuro, dar un tropezón hacia el futuro, y más: puedo quedar tendido. Pero realmente no tengo ningún plan ni perspectiva. Si estoy bien, el presente me colma; si me va mal, maldigo el presene, y aún más el futuro".
[Elías Canetti. El otro proceso de Kafka. Sobre las cartas a Felice. Trad. por Michael Faber-Kaiser y Mario Muchnik. Madrid: Alianza Editorial, 1983.]
"Hacia finales de febrero Kafka recibe una carta de Felice, que le asusta. La carta suena como si Kafka nunca hubiera dicho nada contra sí, como si Felice no hubiera oído nada, ni creído nada, ni comprendido nada. Kafka no contesta de inmediato la pregunta que ella le hace, pero en cambio escribiría más tarde con desacostumbrada crudeza: 'hace algún tiempo me preguntaste [...] por mis planes y perspectivas. Me quedé asombrado por la pregunta [...] No tengo naturalmente ningún plan ni perspectiva; no puedo ir hacia el futuro; puedo, sí, arrojarme al futuro, rodar hacia el futuro, dar un tropezón hacia el futuro, y más: puedo quedar tendido. Pero realmente no tengo ningún plan ni perspectiva. Si estoy bien, el presente me colma; si me va mal, maldigo el presene, y aún más el futuro".
[Elías Canetti. El otro proceso de Kafka. Sobre las cartas a Felice. Trad. por Michael Faber-Kaiser y Mario Muchnik. Madrid: Alianza Editorial, 1983.]
Antiguas y nuevas posiciones
Aquellos que no sean capaces de defender antiguas posiciones, nunca lograrán conquistar las nuevas.
—León Trotsky
—León Trotsky
8.03.2007
Eugenio García Cuevas, poeta dominicano
Sin saber cómo entras cuchillo
en las mudas carnes que ruegan
a tu punta siniestramente sorda.
Dinos la voz de las pieles leves
cuando absorben esos empujes
y qué música entonan las venas
cuando de repente se desinflan.
Tomado de Descendientes del sonido (2007)
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